Violencia sin fin
Son 222 los muertos por incidentes en el fútbol argentino, desde el fallecimiento del chico Oscar Munitoli en 1939
Con criterio, un colega se preguntaba hoy en la redacción de Télam cómo podía ser que el ex presidente Eduardo Duhalde haya tenido que decidir su salida del gobierno a causa de los asesinatos de Maximiliano Costeki y Darío Santillán (hace hoy cinco años) y el titular de la AFA, Julio Grondona, sigue incólumne con 222 víctimas de la violencia en las canchas.
Una respuesta posible es que Grondona es el vicepresidente de la FIFA, que tiene más poder que muchos gobiernos. Otra, más cercana, es que los barras bravas están abiertamente vinculados a los poderes políticos, intendentes y/o gobernadores, oficialistas u opositores.
Por otra parte, Gallina, Castrilli y todos los demás, ¿qué carajo hacen que no renuncian también?