bloggeando encontré esta curiosidad. Hay que tener ganas de gastar una hora de móvil para derribar un mito, ¿no?
jueves, 2 de agosto de 2007
Gorbachov y la fe de los conversos
El último presidente de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, no se detiene en su reinvindicación del capitalismo. Hace una década puso su imágen, no en forma gratuita, claro, para un comercial de Pizza Hut. Ahora volvió a prestar su calva manchada para una promoción de la exclusivisima marca de bolsos y carteras Louis Vuitton, cuyos productos tienen precios que son una afrenta para un mundo donde millones de personas mueren de hambre o viven en condiciones indignas. Sin caer en el facilismo de que con el comunismo estábamos mejor, cosa que al menos en este emisferio (salvo por Cuba) nadie puede afirmar y en el otro hasta donde se sabe es dudoso que sea una opinión mayoritaria, me pregunto: ¿Será esta la famosa fe de los conversos?
Ultracatólico, pero fiestero
El diputado italiano Cosimo Mele, de la Unión Demócrata Cristiana, católico de misa diaria y censor de la moral ajena, fue encontrado en un costoso hotel de la exclusiva Vía Véneto, de Roma, de partusa con dos putas. El tema saltó porque una de las trabajadoras del placer se pasó de rosca con la merca y hubo que llamar a una ambulancia. Una muesta más de que la doble moral del "haz lo que digo, pero no lo que hago", no es exclusivo patrimonio de esta tierra de libertinos. La noticia, publica en Clarín de hoy por Julio Argañaraz, agrega con real malicia que "El lunes el diputado Mele confesó ante los diarios que era él el personaje del que toda Italia hablaba. Diputado por Ostuni, la bella ciudad blanca de la región de Puglia, su segunda mujer está embarazada y quedó desolada al conocer la mala . La 'gaffe' ya produjo muchos daños y el Vaticano mantiene estricto silencio".
¿Los periodistas argentinos tendremos mal aliento?
Reportaje de la CNN a Cristina Kirchner
En el marco de la gira por México, la candidata oficial ratificó que su propuesta de cambio, incluida en su campaña, promueve un salto institucional en el país
¿Qué tienen los periodistas de otros países que nos falta a los de Argentina? ¿Por qué la señora despliega todo su encanto de candidata frente a colegas de otros países mientras nosotros apenas conseguimos un gruñido? Recuedo, hace ya algunos años, cuando todavía presidía el país Carlos Menem, haber reporteado a la señora y haberme quedado satisfecho con su capacidad y ductilidad para abordar todos los temas, ¿habrá perdido esa capacidad o sólo se trata de que cree haber ascendido a un pedestal que el resto de los simples mortales no podemos alcanzar? ¿Será que los periodistas argentinos tenemos mal aliento?
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