jueves, 2 de agosto de 2007

Ultracatólico, pero fiestero



El diputado italiano Cosimo Mele, de la Unión Demócrata Cristiana, católico de misa diaria y censor de la moral ajena, fue encontrado en un costoso hotel de la exclusiva Vía Véneto, de Roma, de partusa con dos putas. El tema saltó porque una de las trabajadoras del placer se pasó de rosca con la merca y hubo que llamar a una ambulancia. Una muesta más de que la doble moral del "haz lo que digo, pero no lo que hago", no es exclusivo patrimonio de esta tierra de libertinos. La noticia, publica en Clarín de hoy por Julio Argañaraz, agrega con real malicia que "El lunes el diputado Mele confesó ante los diarios que era él el personaje del que toda Italia hablaba. Diputado por Ostuni, la bella ciudad blanca de la región de Puglia, su segunda mujer está embarazada y quedó desolada al conocer la mala . La 'gaffe' ya produjo muchos daños y el Vaticano mantiene estricto silencio".

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